5 cosas que aprendí organizando el coliving de SinOficina 🏡
Hola, community builder 👷🏻♀️.
El año 2021 ha supuesto para mí un punto de inflexión en muchas cosas. En unas semanas haré mi segundo aniversario como community builder de SinOficina, pero no fue hasta este último año cuando realmente me di cuenta del valor del trabajo que estaba haciendo para esa comunidad.
Poner un nombre a lo que hago (community builder) y leer a otras personas que habían escrito sobre ello me ha dado mucha paz. Ya no solo juega el sentido común, que está genial, sino que tengo una estrategia definida y unos objetivos para la comunidad.
Otra de las cosas que supuso un punto de inflexión en la forma en la que veo mi trabajo fue organizar el Coliving PopUp de SinOficina que hicimos en septiembre. Y sin el que probablemente no tendrías este email en tu buzón a día de hoy.
—Pero María, ¿después de dos años apoyando en una comunidad online es un evento presencial el que te hace valorar tu trabajo?
Sí.
Porque no nos engañemos. A veces, en las cuatro paredes de tu habitación solo ves el portátil lleno de mensajes de soporte, problemas de expiraciones de las tarjetas de las membresías, miles de mensajes directos y onboardings y nos cuesta ver todo lo bonito que ocurre detrás. Y en el coliving pude no solo verlo sino también tocarlo 🤗.
Y es que, en las cinco ediciones que llevo de esta newsletter, ya lo he dicho varias veces: yo creo tanto en las comunidades porque he vivido sus beneficios en mi propia piel.
Como organizadores/as de estos saraos, nos lo vamos a pasar genial pero hay que ser conscientes de que vamos a estar trabajando 24/7. No eres uno más, eres el responsable de que todo fluya. De proteger a los participantes. De que todo el mundo se sienta bien.
Sentirse responsable de lo que pasa a veces es duro, pero nos hace conscientes del poder que tenemos para poder actuar.
Priya Parker titula en su libro a uno de los capítulos “Don’t be a chill host”, del que yo rescato esta frase:
Often, chill is you caring about you masquerading as you caring about them. —Priya Parker en The Art of Gathering
Por ello quiero compartir contigo las 5 cosas que aprendí en la organización de este coliving y que espero que puedas aplicar para cualquiera de tus eventos:
1/ El lugar importa
En nuestro caso, el propósito del evento era favorecer las conexiones personales entre un grupo de emprendedores/as y freelancers que emprenden en solitario, con los mismos valores e inquietudes.
Por supuesto por el camino hablas de tu proyecto, te ayudas y sales con chute de motivación. Pero el objetivo real es que se creen amistades, para que esos lazos se mantengan en el tiempo.
En ambas ediciones, a costa de no tener un internet tan bueno, hemos elegido casas aisladas en entornos naturales. La primera edición fue en Calpe y la segunda en Montoro. Casas alejadas de distracciones (bares, restaurantes, discotecas) que de por sí siempre hay. Porque lo importante es lo que pasa dentro.
Si quieres hacer un evento que favorezca el debate no elijas un aula con pupitres donde las personas no se puedan mirar.
Define bien cual es el propósito de tu evento y elige un lugar que te ayude a cumplirlo.
2/ Llega a los participantes ideales
Como en todo emprendimiento, dar con tu cliente ideal es clave para el éxito de tu evento.
Es importante que comuniques bien las expectativas de lo que va a pasar para que las personas que decidan asistir ya sepan de antemano que es lo se espera de ellos y también de la organización. Y ese será uno de las grandes filtros que podrás hacer. En el caso de eventos gratuitos o por orden de inscripción este será el único filtro. Así que, ¡cúrratelo!
En nuestro caso, después de hacer una encuesta a los participantes, quienes deciden apuntarse, encuentran valioso el que nosotros como organización hagamos una curación de los participantes y que no se haga por orden de inscripción.
Es por eso que nosotros hacemos un proceso de selección que espero ir mejorando con la experiencia. A mí personalmente, aunque necesario, dejar gente fuera es algo que me incomoda, y que estoy tratando de objetivar lo máximo posible de cara a ser lo más transparentes en siguientes ediciones.
Hasta ahora nos hemos basado en estos tres filtros para hacer la selección:
1/ La participación en la comunidad de SinOficina: la predisposición a ayudar, a resolver dudas, a participar en proyectos colaborativos, a hacer una masterclass, a organizar quedadas locales, a liderar grupos, a dar la bienvenida a los nuevos e incluso la forma que tiene de dirigirse a otros miembros o a nosotros como equipo cuando surge un problema.
2/ Diversidad. Cuanto más diverso es el grupo en edad (en nuestro caso el más joven tenía 25 años y la más mayor 60), género y proyectos, ¡mejor funciona! Lo que los une son los valores y el estilo de vida, lo demás enriquece y mucho.
3/ Un formulario de inscripción. Donde nos cuentan a qué se dedican o lo que les gustaría poder aportar al resto de compañeros. Es también super valioso para completar la información que ya teníamos de la persona.
3/ Lidera desde la flexibilidad
Para los que no me conocéis os cuento que en general soy una persona bastante estructurada. Así que os podéis imaginar que tras lo aprendido en la primera edición y el feedback recibido, llevaba mi calendario y propuestas de actividades para esta segunda edición bien atado.
El liderazgo desde la protección de los participantes siempre me ha parecido super importante. En un grupo siempre va a haber personas que hablen más sobre sus proyectos, que sean más extrovertidas o que tengan historias más extravagantes que contar y que absorban la atención de la gente.
Pero nuestra labor está en sacar el brillo de las personas que ayudan siempre en la cocina aunque no les toque, que te dan un abrazo, una sonrisa o una copa de vino si te notan triste, o que te preguntan si te pueden ayudar en tu proyecto cuando nadie está mirando.
En aquel momento lo pensaba como algo de sentido común, pero poco después leí esta frase y lo entendí mejor:
Freedom for the wolves has often meant death to the sheep. —Isaiah Berlin
Algo pasó también en estos dos turnos del coliving que me hizo pensar. Aunque yo tenía las mismas actividades programadas para cada turno, lo cierto es que fue TOTALMENTE diferente, porque las personas eran diferentes.
Para mí el resumen de lo que pasó la última noche en cada uno de los turnos lo describe perfectamente:
Turno 1: Después de todo lo vivido durante esa semana, mis gallegos favoritos Xoán Hermelo y Alex Bernardo, hicieron un mini fuego para quemar los miedos que habíamos escrito en un papel mientras ellos hablaban a las meigas. Se dio un ambiente íntimo muy guay.
Turno 2: El grupo que le tocaba cocinar esa última noche decidió hacer una fiesta mexicana por todo lo alto involucrando al resto de compañeros. Tania, mexicana ella, cocinó tacos. Hubo disfraces, muchas risas, canciones personalizadas, clases de salsa, luces de colores y sillas en la piscina.
A mí me explotaba la cabeza, no os voy a engañar. Yo estaba allí viéndolo todo pasar y sin parar de preguntarme, ¿esto cumple el objetivo del evento? Sí. ¿Todo el mundo se está sintiendo bien con ello? Sí. Pues adelante güey.
Ambas noches, aunque diferentes, serán recordadas por los participantes de manera especial.
Liderazgo sí, desde la protección y el impulso de los participantes. Pero liderazgo flexible, porque cada grupo de participantes será diferente y hay que dejarlos ser.
4/ Sé el ejemplo de lo que quieres que pase
La semana anterior al coliving de SinOficina sufrí una pérdida personal grande. En las cinco horas en coche desde mi casa hasta Montoro no paraba de preguntarme si estaba haciendo bien en ir. Las personas que iban se merecían que yo les diese lo mejor de mí. Pero yo no podía.
Entonces pensé:
—A ver, María ¿tú no quieres que la gente se abra, sea sincera y que se hagan conexiones reales?
La primera noche les conté lo que me pasaba. Y vaya liberación. Las sonrisas y el buen rollo llegaron pero yo no tuve que fingir nada.
No es fácil mostrarse vulnerable y no siempre es necesario. Pero en este caso concreto se generó un ambiente seguro, cercano y real.
Si quieres que en tu evento las personas hagan preguntas, tienes que ser el primero/a en hacerlas. Si quieres que la gente se sincere, empieza por hacerlo tú. Si quieres que tus miembros se hablen con respeto, háblales así.
Si quieres que algo pase en tu comunidad o en tu evento, tienes que ser el primero/a en hacerlo. No solo los niños aprenden del ejemplo. Sabemos que no es garantía de éxito, pero hay que dar ese primer paso.
5/ No subestimes el agotamiento
Quince días, 28 personas en dos turnos, muchas risas, muchas emociones, poco dormir y mucho comer. Y esto es lo que escribí en mi diario cuando llegué a casa:
Estoy agotada. Muy feliz, pero agotada.
No tengo la fórmula perfecta. Y no sé cómo lo haremos en la siguiente edición. Pero nunca me habría imaginado en el momento de planearlo que al finalizar los 15 días me iba a sentir así. Tenía una lista gigante de cosas personales y de trabajo que me habría gustado hacer durante esos días. No hice nada. Y ahora lo veo normal, ¡hice otras mil cosas que no estaban en esa lista!
Subestimé el cansancio mental de estar pendiente 24/7 de todo y todos/as. Porque claro, te lo estás pasando genial y si no se sufre no es trabajo, ¿no?
Con esto quiero acabar diciéndote que no subestimes el cansancio, el estrés y el agotamiento de poner en marcha también la inteligencia emocional y no solo la parte organizativa. Lo vas a dar todo a los demás por lo que empieza por cuidarte tu mismo/a. Encuentra momentos para ti y ten aliados que te ayuden también a desahogarte.
Realmente merece la pena ❤
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He escrito esta edición pensando en lo que me habría gustado que me hubiesen contado cuando organizamos el primer evento anual de SinOficina en 2019. Espero de corazón que te sirva ✌🏻
Abrazo y feliz día,
María Sajim 🦩